Antonio aguarda su turno en la consulta médica de su distrito, por consejo ineludible de su esposa, ha decidido acudir, ya que pasa las noches en vela a consecuencia de un insomnio intenso de fogosidad.
Sedentes ambos frente al doctor son atendidos de inmediato:
—Dígame ¿Qué le ocurre?
—Me es difícil dormir, veo sombras por todas partes. Figuras humanas.
—¿Desde cuándo?
—Durante todo el verano —responde la esposa convencida —Aunque tiene el turno partido, mañana y tarde. Cuando descansa, descanso yo también.
—¿Ha sufrido algún percance por culpa de un accidente de tráfico, o de hogar? ¿quizás la oscuridad? Algún remordimiento enquistado en su mente, Suele ser patológico en gente que trabaja a turnos, el cambio biológico tiene consecuencias ante las funciones ordinarias de nuestro organismo.
—No… solo tengo ansiedad —responde Antonio.
—¿De qué trabaja?
—En la playa, alquilo sombrillas y tumbonas.
—¡A mujeres! —añade la esposa—… nudistas.
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