36. Duelo entre profesionales

 

Detrás del cartel propagandístico, pegado al cristal del escaparate que anunciaba las rebajas en los grandes almacenes, estaba el guardia jurado para abrir la puerta observando a los que mantenían sus puestos, dispuestos a la intromisión en desbandada. Al Llegar la hora anunciada por la megafonía afónica, abrió las puertas y salió corriendo delante de todos, tal cual el jefe de una banda de forajidos robando ganado en el lejano oeste, pilló la escalera automática y a grandes zancadas llegó hasta la primera planta, giró a la izquierda como para chutar a gol y fue directo al pasillo central para llegar a la sección de caballeros. Observó atónito como su compañero, el guardia jurado que había abierto la puerta trasera marchaba con la chaquetilla de piel marrón que él había ido a buscar. Con resignación, se dedicó a controlar para que nadie robara. Aunque a él, ya le habían robado su prenda rebajada.