HISTORIAS QUE VUELAN A TU ALREDEDOR

martes, 4 de octubre de 2022

17. Noche de bodas




 

Los recién casados llegaron sobre las cuatro de la madrugada a la habitación del hotel concertado antes de salir de viaje novios. No habían soltado palabra alguna desde que abandonaron el convite abrumados por los familiares, ni tan siquiera en aquel ascensor tan sugerente soltaron prenda. Manteniéndose en silencio, él se entretuvo desnudándose frente a la cama, ella en el baño se colocó un picardías negro de seda natural que portaba en el bolso y se roció de perfume.

—Menuda cogorza ha pillado tu padre —dijo él al verla salir.

—Pues no digamos el tuyo —le reprochó ella.

—Al mío no han tenido que llevarlo a casa.

—Mira que te gusta malmeter. El tuyo en la iglesia ya se tambaleaba bastante; menudo tufo cuando me beso para felicitarme… a cazalla.

—Cariño, déjalo, ven aquí conmigo —le puso las manos en la cintura para aproximar, cosa que ella se retorció como una liebre en peligro.

—¡Ni hablar!

Tumbado y desnudo en la cama insistió:

—Estoy muy excitado.

—Ya sabes lo que tienes que hacer. Utiliza tu manita.

—¡Eh!, que yo en ningún momento vi beber a tu padre.

—¿De verdad? O lo dices porque te interesa.

—Te lo juro.

Algo le creció, y no fue la nariz como a Pinocho.

 

 

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno no se "desdice "por cualquier cosa ...pero hay momentos que es "Justo y necesario"

Anónimo dijo...

Muyyy bueno